El Papa Francisco, en la Instrucciónn Ad resurgendum cum
Christo (25 octubre 2016), respondió varias dudas sobre la conservación de las
cenizas de los fieles cristianos en caso de cremación o incineración. Por el
bautismo somos consagrados por Cristo y somos injertados en Él: Nuestro cuerpo
y alma pertenecen al Señor, que por nosotros murió y resucitó (Rm 14,7-9).
Esta pertenencia a Cristo se manifiesta en los
enterramientos, que para los cristianos se hacen siempre en campo santo, lugar
bendecido en el que reposan nuestros restos mortales en espera de la
resurrección final.
La fe cristiana en la resurrección de los muertos hizo que
los lugares de enterramiento dejaran de llamarse necrópolis (ciudad de muertos)
para denominarse cementerios (dormitorios, en griego), pues la muerte es
simbólicamente un “dormirse” hasta el eterno despertar cuando Cristo venga al
final de los tiempos y resucite nuestros cuerpos.
Las actuales
prácticas sobre enterramientos en cementerios distantes de la iglesia
parroquial dificultan que se pueda expresar de un modo “visible” esta tradición
milenaria; no obstante se conserva la dignidad de los cementerios, que de hecho
se denominan “camposanto” por estar bendecidos. Pero desvinculados físicamente
de la iglesia parroquial, cuesta más ver la vinculación entre el enterramiento
y la pertenencia a una comunidad cristiana que camina hacia la vida eterna,
compartiendo los bienes de la fe y la oración tanto en vida como en la muerte.
Es la comunión de los santos. La Parroquia de Nuestra Señora del Carmen y San
Luis ofrece ahora la posibilidad de depositar las cenizas de los fieles
difuntos en los Columbarios Parroquiales. La cercanía de este camposanto en el
corazón de Madrid facilita la visita y oración por nuestros familiares
difuntos, al mismo tiempo que velamos por cuidar los restos mortales con la
dignidad que merecen por su condición de bautizados. Unidos en Cristo,
caminamos hacia la eternidad.
En el siguiente enlace dejamos toda la información
sobre los columbarios parroquiales para todos aquellos que estén interesados, además
durante estos días de cuarentena nuestro despacho parroquial se encuentra
abierto mediante vía telefónica (no presencial, la iglesia se encuentra
cerrada) para todos aquellos que deseen más información, llamando al número 91
522 67 69, de lunes a viernes en horario de 10 a 12 de la mañana y de 18 a 20
horas por las tardes
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